NTRO. PADRE JESÚS NAZARENO DE DÚRCAL (GRANADA)
Imagen de vestir en madera policromada al temple de huevo
AUTOR
Bernardo de Mora
CRONOLOGÍA
s.XVII
INTERVENCIÓN
Conservación curativa y restauración estética.



PROCESO DE INTERVENCIÓN DE NTRO. PADRE JESÚS NAZARENO DE DÚRCAL.
Presentamos la reciente restauración llevada a cabo por el conservador y restaurador Julio Alcaraz para la Iglesia Parroquial de la Inmaculada de Dúrcal (Granada). Se trata de una bellísima imagen escultórica de Jesús Nazareno que los diferentes especialistas ponen en relación con el taller de Bernardo de Mora (1614-1684).
Proceso de intervención de Ntro. Padre Jesús Nazareno.
El objeto del presente artículo sobre la intervención llevada a cabo sobre la escultura de Ntro. Padre Jesús Nazareno de Dúrcal es el de exponer los criterios y tratamientos de conservación y restauración a los que ha sido sometida por el conservador y restaurador Julio Alcaraz.
Dicha obra escultórica, realizada en madera de cedro, es de la tipología vestidera en tamaño natural, se encuentra erguida e inclinada por el peso de la cruz. Presenta elementos postizos propios de la época como ojos de cristal, pestañas de pelo natural y cabellera de pelo natural, vistiendo túnica, corona de espinas y nimbo de plata.
La obra presenta detalles de un trabajo minucioso con la gubia, como la talla interna de la boca, presentando lengua y la dentadura superior completa. La policromía de naturaleza proteica se encuentra aplicada con terminación en mate, técnica, junto al pulimento, muy utilizada para las carnaciones en la Granada barroca.
El estado de conservación de la obra era muy preocupante. El soporte se encontraba completamente inestable, debido principalmente a un avanzado ataque de insectos xilófagos en la zona de los pies y en los anclajes de los mismos con la peana, uniéndose a este deterioro una mala sujeción mediante clavos industriales de la obra a la peana, de factura posterior. Por otro lado, los cambios inestables de humedad relativa, junto a los movimientos inadecuados y peso excesivo de la cruz procesional, habían provocado la aparición de grandes grietas y fisuras.
La policromía presentaba una gran descohesión con el soporte, provocando, junto a levantamientos, arañazos, agujeros y galerías xilófagas, la pérdida de la misma en grandes lagunas.
La intervención sobre la escultura se ha basado en la conservación/restauración científica, teniendo muy en cuenta su funcionalidad, la cual es de culto, por lo que debía de transmitir unos ideales y unas sensaciones que en el estado en el que se encontraba no llegaba a ser del todo posible.
El restaurador, Julio Alcaraz, ha escogido para ello los tratamientos menos dañinos para la integridad de la obra, utilizando los materiales de mayor calidad, con las características de reversibilidad, inocuidad y estabilidad con los materiales originales de la obra.
La intervención de conservación y restauración ha ido documentándose fotográficamente antes, durante y tras la intervención realizada, para dejar constancia de su estado anterior, del proceso de intervención y de su estado final tras la misma, evitando en todo momento que se pueda incurrir en una falsificación.
Tras la documentación fotográfica, comenzaron los procesos de conservación y restauración. Se realizó la fijación de los estratos polícromos, para poder trabajar con seguridad la obra, sin peligro de desprendimientos polícromos. Posteriormente, se intervino el soporte lígneo, consolidando estructuralmente el soporte de la escultura y realizando un tratamiento de desinsectación.
Una vez se llevaron a cabo los tratamientos curativos, se procedió a los tratamientos de restauración (más estéticos y visuales). Para los tratamientos de limpieza se realizaron diferentes test de solubilidad que ayudaron a escoger el método de limpieza más adecuado para la obra, siendo en este caso el método con disolventes químicos para la suciedad más endurecida y métodos mecánicos para repintes y repolicromados. Por último, para los tratamientos de reintegración, se realizaron reintegraciones de soporte en dedos y pérdidas volumétricas en general, reintegraciones en las lagunas del estrato de preparación polícroma mediante estuco, siendo la reintegración cromática y protección final de la policromía unos de los tratamientos finales de esta intervención de restauración. Para finalizar, se restituyeron las pestañas postizas, realizándolas a medida mediante pelo natural, devolviéndole a la mirada de Jesús Nazareno el naturalismo propio de las esculturas del taller de Bernardo de Mora.